Quiero dedicar a modo de homenaje esta primera entrada a Romeo y Julieta, mis dos cerdos vietnamitas que han pasado a mejor vida.
Hace 9 meses andaba yo de biberones, luchando para salvarlos, y el día 9 los encontré acurrucados en el otro barrio. Un par de perros se colaron en la parcela y el instinto hizo el resto.
Hasta siempre.